31.1.10

EL CICLO DE LAS ROCAS

El ciclo de las rocas nos ayuda a entender el origen de las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas, y ver que cada tipo está vinculado a los otros por los procesos que actúan dentro y fuera del planeta.

Ciclo básico

El magma es la roca fundida que se forma por debajo de la superficie de la Tierra. Con el tiempo, el magma se enfría y se solidifica. Este proceso, denominado cristalización, puede ocurrir debajo de la superficie terrestre o, después de una erupción volcánica, en la superficie. En cualquiera de las dos situaciones, las rocas resultantes se denominan rocas ígneas (en el primer caso, rocas ígneas plutónicas, y en el segundo, rocas ígneas volcánicas).
Si las rocas ígneas afloran en la superficie experimentarán meteorización, en la cual la acción de la atmósfera desintegra y descompone lentamente las rocas. Los materiales resultantes pueden ser desplazados pendiente abajo por la gravedad antes de ser captados y transportados por algún agente erosivo como las aguas superficiales (ríos y arroyos), los glaciares, el viento o las olas. Finalmente, estas partículas y sustancias disueltas, denominadas sedimentos, son depositadas. Aunque la mayoría de los sedimentos acaba llegando al océano, otras zonas de acumulación son los deltas, los desiertos, los pantanos y las dunas.
A continuación, los sedimentos experimentan litificación, un término que significa "conversión en roca". El sedimento suele litificarse dando lugar a una roca sedimentaria cuando es compactado por el peso de las capas que tiene por encima o cuando es cementado conforme el agua subterránea de infiltración llena los poros con materia mineral.
Si la roca sedimentaria resultante se entierra profundamente dentro de la tierra e interviene en los procesos de formación de montañas, o si es intruida por una masa de magma, estará sometida a grandes presiones o a un calor intenso, o a ambas cosas. La roca sedimentaria reaccionará ante el ambiente cambiante y se convertirá en un tercer tipo de roca, una roca metamórfica.
Cuando la roca metamórfica es sometida a cambios de presión adicionales o a temperaturas aún mayores, se fundirá, creando un magma, que acabará cristalizando en rocas ígneas.
Los procesos impulsados por el calor desde el interior de la Tierra son responsables de la creación de las rocas ígneas y metamórficas. La meteorización y la erosión, procesos externos alimentados por una combinación de la energía procedente del Sol y la gravedad, producen el sedimento a partir del cual se forman las rocas sedimentarias.
Caminos alternativos
Las vías mostradas en el ciclo básico no son las únicas posibles. Al contrario, es exactamente igual de probable que puedan seguirse otras vías distintas de las descriptas. Por ejemplo:
Las rocas ígneas, en vez de ser expuestas a la meteorización y a la erosión en la superficie terrestre, pueden permanecer enterradas profundamente. Esas rocas pueden acabar siendo sometidas a fuertes fuerzas de compresión y a temperaturas elevadas asociadas con la formación de montañas. Cuando esto ocurre, se transforman directamente en rocas metamórficas.
Las rocas metamórficas y sedimentarias no siempre permanecerán enterradas. Puede ocurrir que los materiales que las cubren sean eliminados por la erosión, dejándolas expuestas en la superficie. Cuando esto ocurre, las rocas son meteorizadas y convertidas en nueva materia prima para las rocas sedimentarias.
Las rocas pueden parecer masas invariables, pero el ciclo de las rocas demuestra que no es así. Los cambios, sin embargo, requieren tiempo. Grandes cantidades de tiempo.

Arriba, un fragmento de granito, la más común de las rocas ígneas plutónicas. Abajo, un típico afloramiento de esta roca (Pampa de Achala, Córdoba)

Colada de lava comenzando el proceso de enfriamiento y solidificación en la superficie, para su transformación en una roca ígnea volcánica.

Fragmento de basalto, la más común de las rocas ígneas volcánicas.

En ocasiones, conforme la lava se enfría, se desarrollan fracturas de contracción que delimitan columnas alargadas parecidas a pilares.

Muestra de lutita, roca sedimentaria de grano fino. Las rocas sedimentarias pueden contener fósiles (en este caso, un trilobite, artrópodo que vivió hasta hace 250 millones de años).

Muestra de conglomerado, roca sedimentaria formada de fragmentos redondeados del tamaño de la grava.
El Gran Cañón del Colorado, un típico paisaje sedimentario.

Muestras de pizarra, roca metamórfica que se forma por el metamorfismo de la roca sedimentaria lutita.

Una característica de la pizarra es su tendencia a romperse en láminas planas, cualidad que es aprovechada para su utilización en la construcción (pisos, tejas, etc.)

Cantera de mármol, en Carrara (Italia). El mármol es una roca metamórfica que se forma a partir del metamorfismo de las rocas sedimentarias caliza o dolomía.

Debido a sus atractivos colores y a su escasa dureza, el mármol es fácil de cortar y moldear. El mármol blanco es particularmente apreciado como material para crear monumentos y estatuas...

... así como para ser utilizado en el revestimiento y ornamentación de edificios.